Por: ÀNNIA MONREAL

Si te gusta el pesto, la albahaca es tu hierba aromática. Pero no te quedes solo con los tarros preparados de esta deliciosa salsa italiana, búscala fresca en el mercado y combínala

con casi cualquier plato: además de añadir sabor, aportarás frescor y buenos nutrientes a tu alimentación.

Sus hojas, grandes (dentro del panorama de las aromáticas), recuerdan al limón y a la pimienta. Estimula el apetito y facilita la digestión, gracias a la presencia de metilcavicol, linaleol,

cineol y eugenol, además de las saponinas (sustancias que la ciencia ha demostrado que poseen efecto un antimicrobiótico y propiedades antibacteriales).

Albahaca

Estimula el apetito y facilita la digestión, gracias a la presencia de metilcavicol, linaleol, cineol y eugenol, además de las saponinas

La albahaca es muy rica en calcio, básico para reforzar huesos y dientes, y potasio, que regula el contenido de agua de las células y su movimiento, además de moderar el sistema

nervioso y muscular e intervenir en la construcción de proteínas.

Tampoco es desdeñable su aportación en tiamina o vitamina B1, importante para reparar problemas digestivos, como la falta de apetito, la colitis ulcerosa o la diarrea crónica,

destaca MedlinePlus. También destaca por fortalecer el sistema inmunológico, actuar sobre los problemas de visión y prevenir la pérdida de memoria (incluso el Alzhéimer).

La albahaca se ha empleado tradicionalmente para estimular la producción de leche materna, y en forma de aceite esencial, soluciona problemas bucales, nerviosos, capilares,

el acné o heridas, gracias a sus propiedades analgésicas.

Albahaca

Valor nutricional

– Calorías: 27

– Grasas totales: 3,98 g

– Colesterol: 0 mg

– Fibra: 40,5 g

– Vitamina A: 264 ug

– Hidratos de carbono: 20,5 g

– Proteínas: 14,4 g.