En 1990, la mayoría de los años de vida saludable se perdió, aparentemente, por la desnutrición, como las enfermedades diarreicas en niños desnutridos, pero ahora, la gran carga de morbilidad puede ser atribuida a la presión arterial alta, una enfermedad de hipernutrición. La pandemia de las enfermedades crónicas se ha atribuido, en parte, al cambio casi universal hacia una alimentación dominada por los alimentos procesados y productos de origen animal, más carne, aceites, lácteos, gaseosas, huevos, azúcar, sal y granos refinados.

¿Cómo analizan los científicos los efectos de alimentos específicos? Los investigadores estudiaron a personas que fueron vegetarianas. Las personas que algún día consumieron dietas vegetarianas, pero que empezaron a comer carne al menos una vez por semana, experimentaron un incremento en la probabilidad de riesgo de una enfermedad cardíaca del 146%, un aumento del 152% de apoplejías, del 166% de diabetes y de 231% de aumentar de peso. Durante los doce años siguientes a la transición, al dejar de ser vegetarianos, el consumo de carne se asoció a una disminución de 3.6 años en la expectativa de vida. Los investigadores han demostrado que una alimentación más basada en vegetales puede prevenir, tratar o revertir algunas de nuestras principales causas de muerte, incluyendo la enfermedad cardíaca, la diabetes tipo 2 y la presión arterial alta. Estudios de intervención sobre la alimentación a base de vegetales han demostrado, por ejemplo, un 90% en la reducción de ataques de angina dentro de solo unas pocas semanas. Los grupos de intervención de la alimentación a base de vegetales han reportado mayor satisfacción al alimentarse que los grupos de control, así como una mejoría en la digestión, incremento en la energía, mejoría del sueño y una mejoría significativa en su función física, salud en general, vitalidad y salud mental. Los estudios han demostrado también que la alimentación a base de vegetales puede mejorar no solo el peso corporal, los niveles de azúcar en la sangre y la habilidad para controlar el colesterol, sino también los estados emocionales incluyendo depresión, ansiedad, fatiga, sensación de bienestar y desempeño diario.

Solamente una forma de alimentación ha probado revertir la enfermedad cardíaca en la mayoría de los pacientes: una dieta centrada en alimentos integrales de origen vegetal. Si eso fuera todo lo que una alimentación integral a base de vegetales pudiera hacer, (revertir nuestra enfermedad más mortal), ¿no debería ser entonces la alimentación estándar a menos que se pruebe lo contrario? El hecho de que también puede ser eficaz para prevenir, tratar y detener la progresión de otras enfermedades mortales principales parece abogar para que el comer a base de vegetales sea simplemente arrollador.

Traducción: Diana Montejano. Edición: Viviana García