La nicturia o necesidad de orinar con frecuencia por la noche, además de interrumpir el sueño, puede ocultar otros problemas de salud en las personas mayores. Conoce a qué

se debe y cómo reducir el número de visitas al baño.

La nicturia es la necesidad de orinar con frecuencia por la noche. Se considera normal despertarse una vez mientras dormimos, pero la Sociedad Española de Ginecología y

Obstetricia, en su Guía de Asistencia Práctica, indica que levantarse al baño dos o más veces durante el descanso nocturno es significativo y conlleva un impacto negativo en la

calidad de vida del afectado, ya que la fragmentación del sueño puede dar lugar a otros problemas de salud, y a partir de tres micciones nocturnas se asocia a un mayor riesgo de

mortalidad en comparación con la población general que no presenta este problema.

Causas de la aparición de la nicturia en la tercera edad

Se trata de un problema especialmente asociado a las mujeres mayores, aunque existen otros factores que aumentan las posibilidades de que aparezca, como tener un índice de

masa corporal mayor a 30, padecer depresión, ser hipertenso y fumar.

Y es que, como indica la Dra. Blanca Madurga Patuel, responsable de la unidad de urología funcional, femenina y urodinámica del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, y

coordinadora nacional del Grupo de urología funcional, femenina y urodinámica de la Asociación Española de Urología, “es una patología que aparece con más frecuencia en

personas mayores, pero también puede aparecer en personas jóvenes y adultas”.

Aunque existan factores que pueden originar la nicturia en personas jóvenes, es más común que surja en personas mayores por diferentes motivos, como:

Es más probable que un mayor tenga otros problemas de salud, como hipertensión, diabetes o prostatitis que provoquen la nicturia.

La toma de diferentes medicamentos, ya que algunos de ellos aumentan la enuresis nocturna, como los sedantes, los antidepresivos, los diuréticos o los anticolinesterásicos (utilizados para tratar el alzhéimer).

Peor calidad del sueño, por lo que la persona mayor se despierta y aprovecha para orinar.

Nicturia en la tercera edad: efectos

Como indica la Dra. Madurga, la nicturia se considera una enfermedad por sí misma, pero puede esconder otros problemas de salud, como pueden ser cardiacos, renales, o una

patología vesical como la vejiga hiperactiva, e incluso cáncer de vejiga.

Efectos de la nictura en los adultos mayores

Aunque ya el hecho de tener que levantarse varias veces de la cama por la noche para orinar es un problema, esta fragmentación del sueño puede originar otras consecuencias

negativas especialmente graves en las personas mayores. Al evidente cansancio que ocasiona este mal descanso hay que sumarle:

Más probabilidades de tener depresión.

Reducción del nivel de atención y concentración, y pérdida de memoria.

Peor capacidad física y mental, lo que puede originar caídas, tanto de día como de noche, y fracturas con las consecuencias que esto puede ocasionar en una persona mayor (dependencia, aislamiento, pérdida de movilidad, etcétera).

Más sedentarismo y falta de movilidad por el día.

La toma de medicación o remedios naturales sin indicación médica para conseguir un mejor descanso, que puede interactuar con otros fármacos necesarios.

Efectos de la aparición de la nicturia en la tercera edad

Cómo prevenir y tratar la nictura en la tercera edad

Para poder reducir el número de veces que es necesario ir al baño por la noche, es importante saber la causa que origina esta necesidad. Así lo indica la Dra. Blanca Madurga: “Las

medidas de prevención están relacionadas con la causa que lo origina, y con el tratamiento etiológico. Por ejemplo, conocer la medicación que lleva el paciente y el horario de toma de

dicha medicación, soluciona mucho esta enfermedad”. La especialista pone como ejemplo los fármacos diuréticos porque siempre tienen que tomarse a la hora del desayuno. “Si el

paciente toma una medicación que aumenta el volumen de orina, como son los diuréticos, por la noche, la nicturia va a ser la norma”.

En el caso de que el problema venga originado por otra patología o afectación, como es el síndrome de vejiga hiperactiva, hay que tratar la nicturia con los medicamentos adecuados

para ello.

Consejos para reducir el número de visitas al baño por la noche

Por otro lado, también es importante establecer una serie de hábitos que reduzcan las ganas de orinar por la noche, como pueden ser:

No ingerir ningún líquido tres horas antes de acostarse.

Tumbarse por la tarde 30 minutos, especialmente las personas con edemas en los miembros inferiores provocados por la falta de movilidad. Con esta siesta se busca que el líquido

acumulado en las piernas pase a la circulación y sea filtrado, con lo que se conseguirá que tenga menos líquido circulante y, por tanto, menos ganas de orinar por la noche.

Caminar por la tarde por el mismo motivo que el expuesto en el punto anterior, así como para sentirse más cansado por la noche y que el sueño sea más profundo.

Diagnóstico de la nicturia en la tercera edad

Cuando estas recomendaciones no son suficientes es importante no dar por hecho que es un problema asociado a la edad y que no se puede solucionar. Como recomienda la Dra.

Madurga, “hay que acudir al especialista para que indique al afectado las medidas que pueden reducir el número de micciones nocturnas; además, el profesional sanitario revisará su

medicación y le propondrá los cambios necesarios para mitigar este molesto síntoma. En el caso de que sea necesario podrá indicarle el tratamiento adecuado a la enfermedad que lo

origina”.

Además, hay que tener en cuenta que detrás de la nicturia puede haber otro problema de salud importante, por lo que el médico debe conocer esta situación para poder realizar las

pruebas necesarias que detecten otra posible enfermedad.

Autor: Marina García
Periodista, experta en salud y tercera edad.