¿Sabías que el vino no solo es de uva?

El Vino de Flor de Jamaica es producto de la fermentación de un mosto elaborado a partir de una extracción de flor de jamaica, siguiendo las técnicas y procesos enológicos

tradicionales para lograr un exquisito y aromático vino joven.

Este vino artesanal, por su versatilidad, es ideal para coctelería y mixología, dándole un toque especial y único a todas tus bebidas.

Aunque la flor de Jamaica es originaria de África, actualmente forma parte importante de la gastronomía de muchos países en varios continentes, entre ellos la cultura mexicana. De

este modo, esta planta fue llevada a México en la época colonial. Desde entonces se ha cultivado en regiones cálidas y semicálidas del país, siendo los estados de Guerrero, Colima,

Oaxaca y Campeche los principales productores.

El vino de jamaica es uno de los vinos favoritos para los amantes del vino tinto. Para que aproveches al máximo las propiedades de la flor de jamaica, en este artículo te contamos

cuáles son sus principales beneficios.

PRINCIPALES BENEFICIOS DE LA FLOR DE JAMAICA

Previene enfermedades tópicas de la piel.

Es un excelente diurético, ayuda a eliminar las toxinas del organismo, por lo que es muy recomendada para aquellas personas que sufren de retención de líquidos.

Gracias a su alto contenido en vitamina C es una excelente herramienta para combatir el envejecimiento prematuro celular. Además, es muy utilizada para recuperar el cuerpo de

resfriados y evitar la aparición de enfermedades cardiacas.

Es un buen laxante, pues ayuda a aliviar los problemas digestivos que terminan en estreñimiento y dolencias en la zona abdominal.

Resulta excelente para combatir el insomnio, pues sus propiedades calmantes ayudan a que el cuerpo concilie fácilmente el sueño, propiciando un descanso profundo.

Es rica en vitamina C, contribuye a mantener el sistema inmune sano, a calmar los síntomas de la gripe y a evitar la aparición de enfermedades cardíacas y cáncer.

El vino resultante de esta flor es un vino suave, dulce, tinto, joven, que conserva las propiedades medicinales de ésta y puede ser consumido como un aperitivo.

La parte más interesante de este vino es que, además de los potenciales beneficios que aporta, puede maridarse perfectamente con sabores cítricos, especiados y ahumados, lo

que lo convierte en un aliado especial en la cocina.