Un consumo moderado de chocolate reduce el riesgo de padecer dolencias como el ictus, así como la presión sanguínea, por esa fusión de dulce y amargo y por ceder un sedimento agitado en el paladar. La astronómica concentración de cacao de la variante más pura le confiere propiedades antioxidantes por la asistencia del flavonol, que previene la formación de grumos, reduce la aglomeración y la resistencia a la insulina.

Otro de los beneficios atribuidos al chocolate es que mejora el beneficio intelectual, incluida la memoria. Tal como revela la experta Marisol Guisasola en su blog ‘Adelgazar sabiendo’, un estudio reciente informado en la revista ‘Appetite’ señala que los antioxidantes del chocolate protegen nuestras células frente a la oxidación y el envejecimiento y mejoran el flujo de sangre al cerebro.

¿Quieres mejorar tu memoria? Come chocolate al menos una vez por semana. Un nuevo examen con casi 1.000 personas de entre 23 y 98 años ha comprobado que las que lo hacen dan mejores resultados en evidencias de capacidad cognitiva que las que no llegan a esa cantidad o al punto que toman chocolate. «el 20 por ciento de los granos de cacao son flavonoides, que se añaden a otros variados bioactivos como la cafeína y la teobromina, que ya de por sí mejoran la capacidad de amenaza y el interéscognitivo», explica la investigación.

¿Por qué se prohíbe en algunas dietas?

Es uno de los dulces más deseados, pero ¿es tan perjudicial como señalan algunas dietas? Los expertos aseguran que no. Según estudios recientes, un consumo de 50 gramos por semana o 7 gramos al día de chocolate negro pueden llegar a reducir hasta un 14 por ciento el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares como el ictus, además de contribuir a reducir la presión sanguínea. Sus flavonoides protegen así frente a posibles enfermedades de tipo cardiovascular.

A la hora de valorar las diferencias entre los distintos chocolates, hay que tener en cuenta estos aspectos: 

Chocolate con leche: Se suaviza su sabor y color pero se disminuye su poder antioxidante y puede llegar a ser más calórico por contener azúcares y mantecas.

Con frutos secos: Pueden variar sus propiedades en función del fruto seco (almendras, avellanas, nueces…), pero también son más calóricos.

Chocolate blanco: No son pocas las personas que no lo consideran auténtico chocolate, ya que contiene solo derivados del cacao. Es más calórico que el negro pero también más rico en calcio y proteínas.