Unicef compartió cómo reconocer señales y detectar las reacciones más comunes frente al estrés, que pueden sufrir niños y niñas.

Si bien cada niño y niña reacciona diferente a las dificultades que se le presentan, hay algunas señales de estrés que pueden ser evidentes. A continuación ofrecemos la lista de

señales que la organización indica que pueden presentarse según las diferentes edades.

Muchos de estos síntomas suelen ser temporales y son reacciones normales al estrés. Sin embargo, si persisten, se puede necesitar contar con apoyo de los especialistas.

Reacciones comunes al estrés en la infancia, en edades pequeñas:

Mayor necesidad de estar cerca de los cuidadores
Regresión del comportamiento
Cambios en los hábitos alimenticios o del sueño
Aumento de la irritabilidad
Aumento de la hiperactividad
Temores intensos
Enojos más frecuentes
Llantos más frecuentes

En edades mayores:

Retraimiento
Preocupación por otras personas afectadas por un acontecimiento concreto
Cambios en los patrones de alimentación o del sueño
Temores exacerbados
Aumento de la irritabilidad
Agresividad
Agitación
Deterioro de la memoria y la concentración
Síntomas físicos/psicosomáticos
Evocación frecuente del suceso o realización de juegos repetitivos
Sentimiento de culpa

Cabe aclarar que cada niño y niña es diferente y, por tanto, también lo son sus reacciones al estrés.

En momentos de crisis, se observan comportamientos y reacciones de los adultos para aprender a gestionar sus propias emociones. Por lo que, como mayores a cargo, es importante

conversar con ellos, si en el hogar están experimentando síntomas de estrés.

Compartimos algunas actividades que se sugieren desde Unicef para reducir el estrés en la infancia y promover su bienestar.