Desde hace ya hace algún tiempo, se ha logrado determinar los beneficios de la música en muchos aspectos de nuestra salud.
La terapia a base de música, también llamada meloterapia o musicoterapia es el uso clínico y basado en la evidencia de intervenciones de obras musicales para lograr objetivos específicos, individualizados dentro de una relación terapéutica, que puede reforzar los tratamientos farmacológicos.
La investigación en musicoterapia respalda su efectividad en una amplia variedad de entornos sanitarios y educativos
Las intervenciones de musicoterapia pueden diseñarse para: 1°. – Promover el bienestar, 2°. – Manejar el estrés, 3°. – Aliviar el dolor, 4°. – Facilitar la expresión de sentimientos, 5°. – Mejorar la memoria, 6.- Mejorar la comunicación, 7.- Promover la rehabilitación física.
La terapia musical (Meloterapia), intenta buscar desencadenar estímulos en nuestros cerebros, despertando emociones que nos lleven a inducir, por lo general, un estado de plácida relajación, o, por el contrario, a veces, nos conduce a una excitación mental. Esto puede hacerse a través de diversas melodías con las que, sorprendentemente se pueden encontrar efectos maravillosos, sobre algunas patologías específicas.
En términos generales, casi todos nosotros podemos reconocer cuándo una melodía, o una interpretación musical específicamente nos suena vivaz, alegre o nos induce a la tristeza. Casi siempre asociamos nuestro estado de ánimo a las melodías de numerosas obras de cualquier tipo. Entonces, allí es donde la meloterapia recurre a estas interpretaciones como “medicina” para curar o mejorar algunas patologías.
Partiendo del criterio en que podemos reconocer que un gran número de enfermedades tienen su raíz fundamental en nuestro cerebro, el cual envía a otra parte específica de nuestro cuerpo, al que podemos denominar “órgano o sistema diana”, un estímulo fijo que desencadena tal enfermedad. Igualmente, es el cerebro, el encargado de enviar mensajeros a los órganos o sistemas afectados, para iniciar su curación.
En una investigación realizada en la Sociedad Cardiovascular Británica de Oxford, llegaron a la conclusión que al escuchar obras clásicas de la música universal ayuda a los pacientes en la mejora de su enfermedad y coadyuva en el tratamiento de diversas patologías cardiovasculares, lo cual es una enorme ventaja para quienes padecen este tipo de patologías y también, como detalle muy importante, para prevenirlas. Por muy simple que parezca, lo cierto es que esos estilos de obras musicales actúan en el organismo y van más profundo de lo que podemos esperar.
Entonces, ¿qué tipo o cual obra musical es recomendable para alguna enfermedad en específico?
Aquí les dejo una lista de obras clásicas recomendadas por algunos meloterapistas y su efecto sobre la salud, que pueden escuchar, mientras trabajan o disfrutarla en soledad o mejor, bien acompañado:
Para la Hipertensión arterial:
Concierto para violín y orquesta de Beethoven
Symphony Nº 8 (primer mov.) en Sol Mayor Opsu 88 Antonin Dovrak
El Otoño: Las cuatro estaciones de Vivaldi
Para el Insomnio:
Canon en Re Mayor de Pachabell
Nocturnos en Si Mayor de F. Chopin (op.9 No. 3)
Nocturnos en Fa sostenido Mayor de F. Chopin (op.15 No.2)
Para calmar la Ansiedad:
Concierto de Aranjuez, Joaquín Rodrigo (Guitarra: Paco de Lucía)
El Verano: Las cuatro estaciones de Vivaldi
La sinfonía N° 36 en Do Mayor “Linz”, K425 de Mozart
Dolor de cabeza:
El canto del Cisne o Serenata en Re Mayor.957 de Schubert
Sueño de amor – Franz Liszt
Himno al Sol de Rimsky-Korsakov
Tratamiento del dolor de estómago:
Concierto en Re menor, RV 454, para Oboe de Vivaldi
Concierto para Viola y Orquesta de Georg P Telemann
Concierto para Arpa y Orquesta (primer mov.) de Georg Friedrich Haendel
Para mejorar las energías:
Obertura de 1812 de Piotr Ilich Tchaikovsky
Obertura de Guillermo Tell de Gioachino Rossini
Para la armonía de tu hogar y para la sanación:
Concierto para Piano Nº 21- Andante Wolfgang A. Mozart
Por: Dr. Héctor José Acedo Ramos
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