¡Ojo!, no es un “antiácido” cualquiera. Un consumo sin control tener efectos serios en tu salud. Un chequeo cada seis meses o cada año puede ser suficiente para llevar un adecuado seguimiento.
El omeprazol es el segundo principio activo más prescrito en España, después del paracetamol y por encima del ibuprofeno. Se utiliza sobre todo para evitar la irritación que produce
en la mucosa del estómago la acción agresiva de algunos de medicamentos y el reflujo gastroesofágico en las personas que padecen hernia de hiato. Aunque su consumo es
totalmente seguro cuando se utiliza bien, hay que tener en cuenta que una ingesta prolongada de este y de otros protectores gástricos o antiulcerosos (como el exomeprazol, la
ranitidina o la famotidina) tienen hasta un 65% más riesgo de tener carencia de vitamina B12, ya que este tipo de medicamentos dificulta la absorción de la misma, según han
hallado recientes investigaciones. También se vinculan con una mayor dificultad en la absorción de esta sustancia la metformina (un antidiabético oral), las hormonas tiroideas y
algunos medicamentos para la hipertensión arterial.

La vitamina B12 –que se encuentra sobre todo en productos de origen animal, como la carne– interviene en muchos procesos del sistema nervioso, por lo que un déficit de la misma
puede contribuir al desarrollo de demencias y otros daños neurológicos, así como con la anemia y otros trastornos. El problema añadido es que el déficit de vitamina B12 puede tardar
en diagnosticarse, puesto que los primeros síntomas son muy comunes (cansancio, debilidad general…) y pueden pasar fácilmente inadvertidos.
Con periodos de “descanso”
En los casos en los que el omeprazol es indispensable, los médicos suelen recomendar reducir la dosis una vez que el paciente comienza a notar mejoría, y recomiendan dejar el
tratamiento al cabo de un tiempo o, al menos, interrumpirlo durante una temporada a modo de “descanso” para que el organismo pueda recuperar unos niveles adecuados de vitamina
B12. Si se toma por indicación médica y bajo supervisión, los posibles riesgos están bajo control.

Sin embargo, muchas personas aficionadas a la mala costumbre de tomar medicamentos por su cuenta, sin que se los haya indicado un facultativo, creen equivocadamente que el
omeprazol es totalmente inocuo y que consumirlo durante largos periodos de tiempo para la acidez crónica carece de riesgos. Esta creencia se debe en buena medida al hecho de
que el omeprazol se vende en las farmacias sin receta médica, aunque todos sabemos que cualquier medicamento, aunque sea de “venta libre” puede tener efectos secundarios y
contraindicaciones. Ante todo, los expertos insisten en que no hay que confundirlos con los denominados “antiácidos” que sirven para neutralizar puntualmente la acidez tras una
comida pesada.
Bajo control con analíticas
La Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria recomienda a las personas que están en tratamiento crónico con estos medicamentos que acudan a realizarse análisis de
sangre periódicos para determinar sus niveles de vitamina B12.
Un chequeo cada seis meses o cada año puede ser suficiente para llevar un adecuado seguimiento. Y en caso de que se detecte un nivel por debajo del normal, hay
inyecciones intramusculares de esta vitamina que se administran mensualmente.