¿Tienes la sensación de haber perdido sensibilidad durante tus relaciones sexuales? ¿Te suena la sensación de tener una “vagina amplia” a la que le cuesta abrazar al pene? Puede ser hiperlaxitud vaginal. Conoce su solución.

Escrito por: MARÍA JIMÉNEZ ALBUNDIO

Psicóloga y sexóloga clínica especialista en infertilidad

Qué es el síndrome de relajación vaginal o hiperlaxitud vaginal

Cuando el canal vaginal pierde su tono y elasticidad, ampliando así su diámetro y perdiendo su estructura original, nos encontramos ante un caso de hiperlaxitud vaginal.

Este trastorno, también conocido como síndrome de relajación vaginal, se traduce en una marcada pérdida de sensibilidad a la penetración, anulando las sensaciones asociadas

al coito tanto para la mujer, como para su compañero sexual. Dicho de otro modo, a causa de este problema percibiremos una vagina amplia a la que le es difícil abrazar al pene

durante las relaciones sexuales.

Esta circunstancia podrá ir acompañada en algunas ocasiones por otros síntomas tales como la incontinencia urinaria y, en los casos más graves, por el descenso de la vejiga

o el recto hacia la vagina, trastornos conocidos como cistocele y rectocele, respectivamente.

Problemas psicológicos debido a la hiperlaxitud vaginal

No obstante, las consecuencias de sufrir este trastorno van más allá de lo físico y funcional, pues la huella psicológica de la hiperlaxitud vaginal engloba una serie de circunstancias a

destacar; quizá aquello que más llame la atención es la falta de visibilidad del problema, a menudo vivido como normal, o los sentimientos de vergüenza o miedo atribuidos al mismo,

lo que hace que muchas mujeres vivan esta circunstancia en silencio y no acudan a consulta para buscar una solución o, en el caso en que decidan hacerlo, pidan ayuda cuando el

problema está firmemente instaurado. Los efectos negativos sobre la autoestima de la mujer o sobre la relación de pareja serán otros dos daños colaterales que deberemos tener en

cuenta.

Identificando las causas de la hiperlaxitud vaginal

¿Qué es lo que produce la distensión de las paredes vaginales? Las causas asociadas al síndrome de relajación vaginal hacen referencia a procesos fisiológicos propios del

embarazo(pensemos en el impacto muscular resultante de soportar el peso del feto durante el mismo, o el efecto de relajación que provocan la progesterona o la relaxina, hormonas

implicadas en el proceso) y el parto, constituyendo éste último la causa estrella de la distensión o laxitud vaginal, máxime si éste ha sido difícil y prolongado, o si las dimensiones del

feto han sido considerables.

Hiperlaxitud vaginal debido al embarazo

Otras de las causas de la hiperlaxitud vaginal que pueden tener una connotación negativa asociada a este trastorno pueden ser la menopausia y su correspondiente caída del nivel de

estrógenos, la obesidad y el sobrepeso, o simplemente el paso del tiempo, deteriorando el colágeno presente en el conducto vaginal.

Si leyendo este artículo sobre este problema de vagina amplia y sus repercusiones en el plano sexual y psicológico te has sentido identificada, apuesta por mejorar tu calidad de vida y

no lo dudes, busca una solución. Comentarlo con tu médico será el primer paso y éste será quién te aconseje acerca del tratamiento para la hiperlaxitud vaginal que más se ajuste a la

gravedad de tu situación.

Mientras tanto, te explicamos las opciones existentes para abordar el síndrome de relajación vaginal:

síndrome de relajación vaginal: cirugía

Tratamiento quirúrgico

El tratamiento quirúrgico se prescribirá en los casos de hiperlaxitud vaginal que se acompañen de cistocele o rectocele (prolapso de la vejiga o el recto hacia la vagina). Esta

intervención consistirá en recortar el tejido sobrante de la vagina y en devolver la vejiga o el recto a su posición original.

síndrome de relajación vaginal: láser vaginal

Tensado vaginal asistido por láser

Esta técnica pretende, mediante la aplicación de energía láser en la cavidad vaginal, la regeneración del colágeno necesario para devolver el tono y la elasticidad al canal vaginal,

mejorando la sensación de roce en el coito. Se trata de un tratamiento ambulatorio e indoloro en el que se necesitan pocas sesiones para obtener el efecto deseado y algún

recordatorio anual.

síndrome de relajación vaginal: radiofrecuencia

Radiofrecuencia vestibular

Es otra opción que busca mejorar el tensado del colágeno en esta zona. Con una sola sesión ambulatoria pueden verse resultados tres meses después del comienzo del tratamiento.

Aunque si se realiza tras el parto deberíamos dejar pasar antes unos meses. En paralelo, puede favorecer una mayor estimulación del clítoris y por tanto un incremento de la

sensación de excitación.

Síndrome de relajación vaginal: ejercitar suelo pélvico

Ejercitar el suelo pélvico

Ejercitar el entramado de músculos y ligamentos que sujetan nuestros órganos pelvianos siempre será una buena opción y sin lugar a dudas contribuirá positivamente en este

aspecto, pero resultará insuficiente en los casos en que la laxitud vaginal esté ya firmemente instaurada. A continuación te contamos con detalle qué es y cómo cuidar tu suelo pélvico.

Conociendo y trabajando el suelo pélvico

¿Has oído hablar del suelo pélvico? El suelo pélvico está estrechamente relacionado con el síndrome de relajación vaginal, conozcamos pues este concepto en profundidad y las

funciones que lo caracterizan:

El suelo pélvico hace referencia al entramado de músculos y ligamentos que se encuentran en la parte inferior de nuestra pelvis, cerrando la cavidad y sujetando las vísceras pélvicas.

Hablando en plata, el suelo pélvico será el principal encargado de que todo esté en su sitio y que no se escape nada. ¿Cómo? sosteniendo la vejiga, el útero, la vagina y el recto en el

interior de la pelvis en la posición que les corresponde. Pero ahí no queda eso, el suelo pélvico también…:

Nos ayuda a contraer y relajar nuestros esfínteres, controlando así la orina, las heces y los gases.

Tiene un papel fundamental en la función reproductiva, aportando el tono y la flexibilidad adecuados para facilitar la etapa expulsiva durante el parto.

Su correcta tonificación es la principal responsable de la mejora en la calidad de nuestras relaciones sexuales, aumentando la sensación de placer durante el coito.

Síndrome de relajación vaginal: ejercicio para ejercitar el suelo pélvico

Ahora bien, ¿qué pasa cuando los músculos que forman el suelo de la pelvis se debilitan y pierden su función? En ese caso, el cometido de sostén y control podría verse gravemente

alterado, encontrando unos órganos pelvianos mal posicionados, un descenso total o parcial de la vejiga, el útero o el intestino (prolapso genital o rectal) y generando problemas de

incontinencia urinaria o fecal, sin olvidar las disfunciones de índole sexual que tal circunstancia puede llegar a ocasionar (deseo sexual hipoactivo, disminución de la sensibilidad,

problemas para alcanzar el orgasmo o trastornos por dolor).

¿Qué podemos hacer para prevenir esta situación? Posiblemente ya conozcas los famosos ejercicios de Kegel consistentes en contraer la musculatura que conforma el suelo

pélvico para así ejercitarlo, pero no es la única opción. La gimnasia hipopresiva o la utilización de dispositivos vaginales como los conos de distintos pesos que se introducen en la

vagina con el objetivo de sostenerlos, pueden ser eficaces alternativas a los mismos.