Los investigadores de todo el mundo se están movilizando para encontrar vacunas y tratamientos contra la pandemia de COVID-19.

Las pruebas con nuevos medicamentos y nuevos usos para los fármacos ya existentes generalmente conllevan mucho tiempo, pues deben pasar por varias etapas de seguridad.

Aunque algunos medicamentos ya han mostrado resultados prometedores, la comunidad científica exige tener una gran precaución ante esta información.

Conoce algunas de las investigaciones que se están llevando a cabo actualmente.

Medicamentos probados contra el coronavirus

1) Avigan

De acuerdo con el Centro de Información de China, un estudio realizado en ese país arrojó resultados positivos con el fármaco faviparavir, mejor conocido como Avigan.

El medicamento se produce en Japón, para tratar la gripe.

Zhang Xinmin, director de uno de los órganos del Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, afirmó en una conferencia de prensa que el Avigan mostró ser eficaz contra el COVID-19 y sin provocar aparentes reacciones adversas.

NHK, medio japones de carácter público, informó que se llevaron a cabo dos investigaciones: una con 240 pacientes y otra con 80.

Las conclusiones apuntan que aquellos que ingirieron el medicamento tuvieron un resultado negativo en la prueba del coronavirus luego de, aproximadamente, 4 días de obtener el diagnóstico positivo. Los que no lo tomaron tuvieron que esperar 11 días para quedar libres del virus.

Debido a que parece ser muy seguro, los funcionarios recomendaron incorporar el medicamento en el tratamiento contra la enfermedad. Cabe destacar que Avigan sólo está disponible en Japón.

2) Hidroxicloroquina

También conocida como Planequil, es un fármaco producido por la compañía francesa Sanofi, para tratar algunos tipos de malaria.

Actualmente, el medicamento se usa más para prevenir la enfermedad que para atenderla.

En un texto publicado en la revista científica Nature, investigadores chinos indicaron que la hidroxicloroquina puede inhibir efectivamente la infección causada por el coronavirus, lo que atenuaría la respuesta inflamatoria en los pacientes.

Sin embargo, los estudios no fueron clínicos y no se realizaron en humanos ni animales.

Al ser una opción de bajo costo y con la posibilidad de producirse a gran escala, los científicos están investigando minuciosamente las acciones que tiene el medicamento en el organismo, ya que en altas dosis y uso prolongado, puede causar intoxicación.

3) Remdesivir

El medicamento es nuevo, y antes de la pandemia, el objetivo principal de los científicos era probar su eficacia contra el ébola.

El remdesivir pertenece a la compañía bio-farmacéutica estadounidense, Gilead.

Un artículo que reportó el primer caso de COVID-19 en Estados Unidos, publicado en la revista The New England Journal of Medicine, también esclarece que el paciente usó este medicamento cuando presentó una neumonía severa y tuvo una mejoría significativa al día siguiente, sin efectos secundarios evidentes.

No obstante, los investigadores enfatizan que la mejoría de un paciente no determina la efectividad del medicamento, por lo cual ahora está siendo probado en cinco estudios clínicos.

4 y 5) Lopinavir–Ritonavir

Esta combinación, que se ha usado durante mucho tiempo, está destinada al tratamiento de la infección por VIH.

En su primer ensayo clínico, realizado en China, el fármaco mostró resultados decepcionantes, según dijeron los investigadores en un artículo publicado en The New England Journal of Medicine.

Los científicos informaron que no hubo mejoría en la tasa de supervivencia o en el tiempo de recuperación de los pacientes con coronavirus. Sin embargo, sí notaron que de los 199 pacientes estudiados, el 22% murió.

Este alto porcentaje, donde se considera tanto a los que recibieron el medicamento como a los que tuvieron el tratamiento estándar, puede indicar que los participantes ya estaban muy enfermos.

Ésta sería una opción barata y que puede producirse a gran escala, por lo que los científicos aún no descartan la combinación como una opción viable.

Además, podría ser probada en conjunto con otros medicamentos y en pacientes que estén en diferentes etapas de la enfermedad.

Cabe resaltar que todos estos medicamentos siguen siendo investigados y las personas no deben automedicarse con ellos.