En la última década, Tik Tok ha emergido como la plataforma digital de entretenimiento, creatividad y comunidad de mayor expansión. Iniciada en China en 2016,

actualmente cuenta con más de mil millones de usuarios en todo el mundo (16,2 millones en Argentina), gran parte de ellos menores de 13 a 17 años.

En la actualidad, Tik Tok ocupa un lugar omnipresente en la rutina diaria de los adolescentes, siendo consumido en cualquier momento: antes de dormir, al despertar, durante las

comidas y en momentos de soledad. El informe Domar el algoritmo: desafíos para la salud mental y privacidad en el uso de Tik Tok Argentina, elaborado por Amnistía Internacional,

destaca que la simplicidad en la navegación y la posibilidad de ver vídeos de manera continua se perciben como un mecanismo de descanso mental, en contraste con otras

plataformas que requieren una elección más deliberada del contenido, como Netflix o YouTube.

Esta naturaleza absorbente es reconocida por los usuarios, incluyendo a los más jóvenes, generando sentimientos de pérdida de control, desregulación y una sensación de estar

“secuestrado” por la plataforma, lo que conlleva la necesidad de establecer límites y autorregulaciones. Sin embargo, los intentos de regulación parental o las alertas de la

aplicación para limitar el tiempo de uso parecen insuficientes para contrarrestar la sensación de adicción. La salida de Tik Tok, por ahora, depende exclusivamente de la voluntad

propia.

Mediante pruebas en línea, publicaciones de profesionales y pseudoexpertos en salud mental y física, así como influencers, los jóvenes incorporan a sus vidas prácticas, consejos y

recomendaciones que, según el informe de Amnistía, pueden poner en peligro la integridad física o el equilibrio mental. Contenidos relacionados con dietas y consejos de belleza,

así como información sobre el trastorno de identidad disociativa (TID), son los más mencionados, vistos y, al mismo tiempo, problemáticos. Estos vídeos, creados por personas no

profesionales, sugieren prácticas alimentarias perjudiciales para la salud.

Sugerencias y medidas para hacer frente a los riesgos inherentes al uso de Tik Tok:

• Restricción del uso en entornos educativos: fomentar la limitación del acceso a Tik Tok en entornos escolares, reduciendo la exposición de menores de edad a contenidos potencialmente perjudiciales.

• Implementación del “emparejamiento parental”: esto permite que padres, madres y tutores supervisen las cuentas de niños y adolescentes, proporcionando así un mayor control y conocimiento sobre las actividades en la plataforma.

• Denuncia de contenidos ilegales o perjudiciales: facilitar mecanismos para denunciar cuentas y contenido que violen normativas legales o representen un riesgo para la salud. Alentar a los usuarios a informar sobre actividades inapropiadas, contribuyendo así a la creación de un entorno en línea más seguro.