Estos son los problemas más frecuentes en los que se fijan los dentistas. Prevenirlos depende mucho de una correcta higiene bucodental y de que vayas a revisión.
- Erosión del esmalte
El esmalte dental protege la corona del diente. Es la superficie más dura del cuerpo humano. Sin embargo, los alimentos y bebidas que tomamos producen un ácido que lo va desgastando progresivamente. Los primeros indicios de erosión suelen ser difíciles de ver y solo los puede apreciar claramente un dentista. - Caries
Es una enfermedad infecciosa progresiva que desmineraliza y ataca el esmalte, provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana. En sus estados iniciales es reversible con una correcta higiene bucodental. - Placa bacteriana
Está formada por microorganismos, que se alimentan de los restos de alimentos y ácidos existentes en la cavidad bucal. Se adhiere a las paredes de las piezas dentales y a las encías, pudiendo producir caries, gingivitis y periodontitis. - Sarro
Es la mineralización de la placa bacteriana. Se deposita sobre los dientes, por encima y por dentro de las encías. Se puede prevenir su formación con una adecuada técnica de cepillado. Solo es posible eliminarla con una limpieza profesional a fondo. - Halitosis
El mal aliento puede ser signo de una higiene bucodental deficiente, de falta de salivación, infecciones en las encías o de la caries, que originan una multiplicación de las bacterias que viven en la boca. Los odontólogos nos pueden proporcionar trataPor Clara Blanco mientos eficaces para este problema. - Gingivitis
Es una enfermedad periodontal provocada por la acumulación de placa bacteriana y sarro. Produce inflamación y sangrado de las encías. Si no se frena su desarrollo, se convierte en periodontitis, que puede llevar a la pérdida de piezas dentales. - Sensibilidad dentinaria
El dolor punzante en los dientes ante estímulos como el frío, el calor o el tacto se suele deber a que unos conductos existentes en la dentina del diente (llamados túbulos dentinales) están abiertos, por lo que a la dentina queda expuesta al exterior y en comunicación con la pulpa, lo cual causa la sensación dolorosa. - Manchas
El abuso de determinados alimentos (como el café o el té) y una mala higiene bucodental provocan que determinadas áreas de la superficie de los dientes se oscurezcan o amarilleen. La solución más eficaz es una limpieza profesional específica.