Un nuevo estudio de investigación publicado en la revista del Colegio Estadounidense de Cardiología (Journal of the American College of Cardiology) establece que hay

10 suplementos que son particularmente riesgosos para las personas si también toman medicamentos para la hipertensión arterial, el colesterol alto y otros problemas

cardíacos.

Estos suplementos herbales pueden reducir la efectividad de los medicamentos para el corazón o causar efectos secundarios peligrosos.

“Lo natural no necesariamente es seguro”, explicó el autor principal del estudio, Graziano Onder, Ph.D., profesor adjunto de medicina de la Universita Cattolica del Sacro Cuore en

Roma. Onder y sus colegas resumieron la evidencia acerca de la efectividad y los efectos secundarios del ginseng asiático, el astrágalo, el aceite de linaza, el ajo, el ginkgo, las

semillas de uva, el té verde, el espino [hawthorn], el cardo de leche [milk thistle] y la soya.

En particular, el té verde, el ajo, el ginkgo, el ginseng y el espino pueden reducir la eficacia de ciertos medicamentos o aumentar sus efectos secundarios. Onder explica

que las personas que toman aspirinas o anticoagulantes, como la warfarina, deberían ser especialmente cautelosos debido a que los suplementos combinados con esos

medicamentos pueden aumentar el riesgo de hemorragias internas. Además, se relaciona al ginkgo con efectos secundarios potencialmente graves, como la hemorragia cerebral, en

raros casos.

Los investigadores también concluyeron que no hay pruebas evidentes que respalden el uso de cualquiera de estos 10 suplementos para promover la salud

cardiovascular. Según los investigadores, hay “escasas evidencias de los beneficios” del aceite de linaza, el ajo, las semillas de uva, el té verde, el espino, el cardo de leche y la

soya, lo que implica que pueden ayudar, pero aún se necesita investigar más. Se determinó que las otras hierbas son completamente inefectivas o que hay evidencias contradictorias

acerca de sus posibles beneficios.

Es preocupante que los pacientes tomen estos suplementos junto con medicamentos, especialmente, cuando no se lo dicen a sus médicos. De acuerdo con una encuesta

realizada a casi 2,000 estadounidenses por el Centro Nacional de Investigación de Consumer Reports a nivel nacional, más de la mitad de las personas que toman

suplementos no lo consultan con su médico de cabecera.

Deberías hablar con el médico acerca de los suplementos herbales que estás tomando, a pesar de que él no te pregunte específicamente sobre ellos. “Siempre consulta con el médico

e infórmale sobre el uso de medicamentos herbales”, indicó Onder. Incluso mejor, habla con el médico antes de comenzar a tomarlos.

Duffy MacKay, N.D., vicepresidente superior de asuntos científicos y normativos del Centro de Nutrición Responsable, una sociedad comercial de la industria de suplementos, describe

las conclusiones del autor acerca de la falta de beneficios comprobados como “una representación poco confiable de las evidencias”. No obstante, está de acuerdo con un mensaje

clave del artículo. “Los pacientes siempre deben consultar los beneficios y los efectos secundarios de los medicamentos herbales con el médico”, sostuvo MacKay. “Es una decisión

razonable y sensata”.

Sin embargo, los consumidores siempre deben tener cuidado con todos los suplementos, incluso con aquellos que parecen prometedores y relativamente seguros, advirtió Pieter

Cohen, M.D., profesor ayudante de medicina en la Escuela Médica de Harvard y especialista en medicina interna en la Cambridge Health Alliance.

Según informó anteriormente Consumer Reports, la regulación poco precisa implica que la calidad y la pureza de los suplementos que puedes comprar varían ampliamente, y resulta

casi imposible asegurarte de que estás recibiendo lo que tú piensas. “La gran mayoría de los consumidores asume que los suplementos son seguros, o, de otro modo, no estarían a la

venta”, explicó Chuck Bell, director de programas de Consumers Unión, la división de políticas y movilización de Consumer Reports. “Por lo general, no piensan acerca de los peligros,

como la interacción farmacológica”.

Además, es posible que los suplementos se combinen con pesticidas, metales pesados, bacterias, hongos o incluso fármacos activos, según observó Cohen en un artículo del

2010publicado en la revista Cardiovascular Therapeutics.

Si estás interesado en probar algo, por ejemplo, el ajo, Cohen sugiere que incorpores el alimento verdadero en tu dieta en lugar de arriesgarte con un suplemento.

—Por Lauren Friedman

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