Albert Majó Ricart, psiquiatra del Centro Médico Teknon
La adolescencia es, probablemente, la etapa más temida entre los padres por todos los cambios que supone para el menor: cambia su cuerpo, su mente y su forma de relacionarse.
De hecho, es una importante época de transición, que va de la infancia a la vida adulta, en la que además es vital favorecer una buena salud mental.
Aunque pueda parecer que la depresión y otras enfermedades mentales son patologías de adultos, lo cierto es que la mitad de ellas empieza antes de los 14 años; y lo peor de
todo es que no se detectan, y por tanto tampoco se tratan, en la mayoría de los casos, según datos de la OMS.
Además, existen otros riesgos como los trastornos alimentarios, el abuso de bebidas alcohólicas y drogas, las conductas peligrosas en el sexo y, en la peor de las situaciones, el
suicidio. Por eso, los adultos deben estar junto a ellos en esta transición.
Para ayudarnos en esta tarea, hemos contactado con el doctor Albert Majó Ricart, especialista en Psiquiatría del Centro Médico Teknon. Este enlace se abrirá en una ventana nueva,
quien nos resume las recomendaciones necesarias para cuidar la salud mental en la adolescencia.
Adolescencia: qué cambios hay
Se producen cambios biológicos, psicológicos y sociales que repercuten en:
La convivencia entre los adolescentes y los padres
El cuerpo, que son los cambios que se asocian al crecimiento del menor y al desarrollo de sus órganos para la reproducción.
La mente. Es capaz de abstraerse y también de decidir, valorando las diferentes opciones.
Las relaciones con los demás. En el plano social, tienden a diferenciarse de los adultos, y sus amigos empiezan a ser más importantes que la familia.
Por otro lado, aunque en la adolescencia hay más autonomía que en la infancia, sigue existiendo un grado de dependencia relevante, así que los padres deben estar atentos para
favorecer un buen desarrollo en los menores sin alejarse de ellos ni tampoco presionarles demasiado.
9 pautas para cuidar la salud mental de los adolescentes
1. La convivencia entre padres y adolescentes
Los padres deben permitir que sean los adolescentes quienes exploren y descubran por sí mismos, y que puedan ejercer su libertad.
Al mismo tiempo, deben permanecer alerta ante cualquier cambio que se manifieste en la conducta, puesto que puede ser señal de algún problema.
También es importante que planifiquen actividades para realizar en familia y que conserven la comunicación. Que los menores sean conscientes de que sus padres están ahí para
ayudarles en sus problemas e inquietudes.
2. El conflicto entre la libertad y los límites
Es frecuente que los adolescentes se opongan a los padres, a los profesores, así como a otras figuras que ejercen autoridad, porque se encuentran en una etapa en la que necesitan
ser ellos mismos los que descubren el mundo, ya que están creando su identidad de adulto.
Sin embargo, también requieren límites y, de hecho, buscan que los padres, u otras figuras de autoridad, establezcan estas limitaciones. De esta forma, se les ayuda a que aprendan
cuál es el límite.
En definitiva, se trata de hallar un equilibrio para que los adolescentes puedan explorar y, al mismo tiempo, cuenten con límites muy bien establecidos.
3. La importancia del respeto
El respeto por uno mismo, hacia los demás y por el medio ambiente es algo que se debe inculcar al adolescente para prevenir ciertas conductas que puedan conllevar un peligro.
La importancia de realizar las tareas domésticas en la adolescencia
4. Los horarios y las rutinas en la adolescencia
Al igual que en la infancia, durante la adolescencia se debe continuar con los hábitos y los horarios marcados para el estudio, las tareas domésticas, las comidas, la higiene, el tiempo
de ocio, etc. Esto les ayuda en su organización, planificación y limitación.
5. Atención a las amistades del adolescente
En esta etapa, es habitual que los menores prefieran estar más rato con sus amigos que con los padres. Ante esto, recomiendo a los padres que se muestren interesados en conocer
a las amistades de su hijo. De esta forma, se aporta seguridad a los menores, y también es la mejor forma de prevenir las malas compañías que puedan propiciar situaciones de
riesgo.
Asimismo, les aconsejo que intenten promover el respeto, la honestidad y la amistad, que son hábitos sociales muy buenos.
Alimentación saludable en la adolescencia
6. Una alimentación saludable y variada
La adolescencia conlleva muchos cambios, tanto biológicos como hormonales, y, por eso, es vital seguir una alimentación variada y saludable. Además, cabe tener en cuenta que el
adolescente tiende a comer fuera de casa, por lo que es posible que coma peor, y también suele evitar el desayuno, pese a que es una comida fundamental para el estudio.
No olvidemos que el mero hecho de comer sano es beneficioso para su salud en general, puesto que ayuda a prevenir ciertos problemas a largo plazo, y facilita que este estilo de vida
continúe con el tiempo.
7. Un buen descanso en la adolescencia
Es una etapa de gran desgaste físico y mental, por eso es muy importante que los adolescentes duerman de 9 a 10 horas cada día para evitar que estén agotados, lo que podría influir
en su rendimiento académico e incluso en su humor, mostrándose más irritables.
8. Evitar el sedentarismo
La actividad física es muy importante en la adolescencia. En concreto, deben dedicar una hora al día a practicar deportes o realizar actividades en el exterior, ya que así se previene el
sedentarismo y también se consiguen otros beneficios:
Físicos, previniendo la obesidad, favoreciendo una postura correcta….
Psicológicos, aumentando la autoestima y disminuyendo los efectos de la ansiedad y la depresión…
Sociales, ayudando a la socialización, favoreciendo su concentración….
9. El uso responsable de Internet y las redes sociales
Mientras que los padres pertenecen al mundo analógico, los hijos adolescentes pertenecen a la época digital y se relacionan con el mundo a través de internet y de las redes sociales.
En ocasiones, esto produce un choque que hace que los adultos reaccionen de dos formas posibles, totalmente opuestas:
Mostrando una falta de preocupación y de interés, e incluso usando de manera inadecuada los dispositivos simplemente para conseguir que los menores no molesten, dejándolos
a su disposición y encomendándoles la educación y cuidado de los hijos.
Rechazando o prohibiendo que usen estos dispositivos.
Ante estos dos extremos, lo que urge es hallar un equilibrio, porque internet está en su forma de relacionarse con el entorno y, por eso, hay que mostrarle al menor que es una
herramienta y no un fin en sí mismo. Además, es importante que no cambie las relaciones presenciales por las virtuales, que no son totales y carecen de realidad.
¿Cómo establecer límites en la adolescencia?
Si bien en la infancia los padres establecen los límites, en la adolescencia se trata más bien de incitarlos para que sean ellos los que fijen sus propias limitaciones.
Esto es importante ya que, cuando imponemos algo al adolescente, este tiende a rebelarse y oponerse a esos límites y, como resultado, se los salta. Por eso, debe ser él quien se dé
cuenta, con la ayuda de sus padres, de la importancia del establecimiento y respeto de unos límites que le ayudarán a tener un equilibrio adecuado en su vida.
Está claro que el hecho de sugerir es más complicado que imponer, y únicamente se obtendrán buenos resultados si los padres continúan facilitando el diálogo.