Tanto si tienes pareja como si no, este tema te va a interesar. Hemos hablado largo y tendido sobre la infidelidad, pero ahora la Universidad de Harvard publica un nuevo estudio

que va a explicar muchas cosas al respecto. Los investigadores han descubierto qué rasgos tienen las personas que tienen más probabilidades de ponerle los cuernos a su amor.

Atento. Según los estudiosos de esta reputada universidad, aquellos que son atractivos físicamente son más propensos a no guardar fidelidad a sus parejas. Las personas bellas son

vistas como deseables no solo por ti, sino por todos los demás. Es obvio: aquellos que son más guapos tienen más probabilidades de ligar con otros y, por tanto, de pecar.

Ojo, la teoría también sirve para aquellas personas que no son guapas pero tras una buena sesión de chapa y pintura lo acaban pareciendo. “Si parte de su atractivo es resultado del

tiempo y la atención que dedican a su apariencia, también es posible que tengan una fuerte dosis de narcisismo”, detalla el estudio. Ser popular también es directamente proporcional

a las probabilidades de cometer una infidelidad. A todo ello se suma que estas personas bellas, atractivas y populares están acostumbrados a ser el foco de atención y a que todo el

mundo les perdona lo malo que hacen.

Escoger una pareja atractiva puede, pues, no ser la mejor opción si lo que quieres es asegurar tu felicidad a largo plazo. Y si la persona en cuestión está divorciada, peor que peor.

La investigación demostró además que los hombres divorciados eran calificados como más atractivos que aquellos que todavía estaban casados. Los participantes en la encuesta solo

tenían fotografías como información para valorar a los sujetos, es decir, no tenían ni idea de su estado civil. ¿Por qué sucede esto? Los expertos señalan que, al menos en los

varones, la apariencia facial empeora con los años de relación, y que se recupera cuando el noviazgo es interrumpido, recoge ‘Psychology Today’.

Las personas que son muy atractivas no solo son más deseables, sino que creen que lo son más que todos los demás. Como señalaron los autores del estudio, aquellos que son

más bellos físicamente son “más propensos a involucrarse en comportamientos que amenazan la relación” y de estar abiertos a la tentación cuando ven a una pareja potencial.

La insatisfacción en la pareja también es un condicionante para la infidelidad, que se potencia si los sujetos se sienten muy atractivos. Los hallazgos revelaron que, de hecho,

cuando se les hacía sentir atractivos, las personas que no estaban bien en sus relaciones se sentían más atraídas a tener una aventura. Por lo tanto, aumentar la percepción que

tienen de sí mismos a nivel físico sumado a sentir cierto descontento hacia la pareja, lleva a un camino irreversible: los cuernos.

Por tanto, si tu pareja es guapa y/o atractiva y/o siente que lo es, tiene más posibilidades de serte infiel. Una probabilidad que se incrementa de forma significativa su además es

popular y si no está a gusto en la relación.

Si gana más que tú… peligro

Además de lo expuesto por Harvard, hay otro poderoso condicionante que hará que tu pareja te engañe. Este factor ha sido revelado por la experta en relaciones de pareja India

Kang, quien ha asegurado que aquellos individuos que ganan más dinero que su pareja y sienten que no reciben suficiente amor y respeto, tienen muchas más probabilidades de

acabar en camas ajenas. India es claro: si tu novio o novia lleva a casa más dinero que tú y piensa que no se lo agradeces lo suficiente, compensará ese anhelo de cariño

acostándose con otra persona.

“Que uno de los dos tenga más ceros en su cuenta no indica necesariamente que vaya a ser infiel, siempre y cuando su pareja le muestre suficiente respeto, gratitud y aprecio”,

asegura la experta a ‘The Daily Mail’. Es decir, si tu pareja gana mucho más que tú y te dedicas a disfrutar del dinero como si fuera un ‘derecho’ que tienes en vez de agradecérselo, él

o ella buscará ese aprecio fuera de la relación. No es cuestión de ser sumiso y estar dando las gracias a cada hora, pero sí en mostrar un mínimo de reconocimiento a aquel que está

sufragando la mayoría de gastos de ambos.

La teoría de India es sobre todo aplicable a los hombres: “Los hombres saben que su papel proteger, cuidar y apoyar; y el de las mujeres es recibir esto con gratitud, y mostrar aprecio

por los esfuerzos que ellos hacen. Por ejemplo, si él siente que nunca es ni será lo suficientemente bueno para ella, es poco probable que se quede. El macho llevará sus esfuerzos a

otra parte, a otra mujer que sí le haga sentirse valorado”.

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